BLANQUEAMIENTO DENTAL

Se utilizan geles con sustancias blanqueantes como el peróxido de hidrógeno y el peróxido de carbamida y penetran a través del esmalte, llegando a la dentina, que es la responsable por el color del diente. Una vez allí ejercen su función aclarando el diente.

Antes de realizar un blanqueamiento se tiene que evaluar que el diente sea realmente candidato a responder bien a este tratamiento ya que hay algunos tipos de tinciones (como las derivadas del consumo de tetraciclinas durante la infancia) que son resistentes al agente blanqueador. También hay que recordar que las coronas, puentes o carillas o reconstrucciones no son sensibles al blanqueamiento.

Las recomendaciones tras un tratamiento de blanqueamiento incluyen el uso de pastas dentífricas específicas para la sensibilidad dental y una “dieta blanca”, que consiste en evitar durante 1 semana el consumo de alimentos con coloraciones intensas (vino, café, fresas…)

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